Nunca es suficiente
¿Qué es una hermana? Según la RAE es: persona que con respecto a otra tiene el mismo padre y la misma madre, o solamente el mismo padre o la misma madre.
Pero para mi y según la relación que tiene mi señora madre con sus hermanas es así.
Una hermana es: tú complice, aliada, la principal defensora, la maestra, tu compañera de día y de noche. Tú fortaleza cuando el mundo se cae a pedazos. El yin de tu yang, el complemento perfecto a cualquier hora y en cualquier lugar. Es y será siempre una amiga y ojalá y fueran eternas sin embargo no lo son, pero el tiempo en tierra es y debería ser el mejor de todos, en las buenas, malas, en las perdidas y en los nacimientos, en la evolución como persona, en el crecimiento personal, en los éxitos y fracasos, el bastón que te sostenga cuando tus rodillas comiencen a flaquear. Una hermana es el mejor ser humano con el que te toca convivir.
En el mundo ideal es decir en mi mundo ideal esto sería la descripción de una hermana y de lo que intento inculcar a todas las personas que viven en mi casa, por supuesto tener un hermano es lo máximo pero el lazo entre una hermana y otra es otro nivel además de que mis niñas tienen la fortuna de ser gemelas y eso es el mejor regalo que la vida les pudo dar.
Somos hijos, hermanos, personas, hombre o mujer, seres imperfectos, viviendo en un mundo complejo tratando e intentando de llenar estándares específicos y cuándo no se cumplen te satanizan por no ser parte del molde.
Cuando piensas diferente, te comportas diferente y no entras en los estándares de la perfección entonces vienen los problemas. Como hacer para agradar y entrar en el molde, como caerles bien y ser lo que esperan que sea a cuestas de perder tu esencia, esa manera de ser tan tuya, tan distinta.
No eres suficiente, no eres suficiente buena hija, hermana, compañera, mamá, amiga.
No eres suficiente popular, no tienes un grupo de amigos, no fuiste suficiente en la escuela, en la vida, en el trabajo, ni con tus hijos, ni tu esposo, ni siquiera eres buena hoy.
Les das lastima por que no eres como todas las demás, porque no permites, no dejas que se atasquen de comida o que coman lo que quieran, no es suficiente lo que haces. No es correcta tu educación, tus pensamientos. No les dices que se comporten, o que no griten o que mejor se coman sus opiniones, no los puedes regañar pero deberían ser más educados, no les das el teléfono pero ellos se los ofrecen abiertamente pero no es correcto tener un dispositivo electrónico, deberían trabajar en vez de entrenar aunque tengan corta edad, pero deberían jugar porque aun son unos niños pero no debes de explotar sus capacidades porque tienen que tener tiempo libre pero el tiempo libre lo utilizan mal y entonces ya me perdí tratando de entender que es lo que quieren de mi.
Tratando de entender que es ser una hermana y miembro de una familia.
Como encajar en una caja que hace mucho perdió su forma. No se supone que una hermana, una familia: respeta, apoya y confía, te da la mano y acepta que crezcas, cambies porque en este camino llamado vida lo único seguro es que hayan miles de cambios. Y que tomes muchas decisiones que quizás no acepten pero respetan y el respeto es lo que nutre la relación haciéndola fuerte y duradera.
Y que el respeto y la aceptación de lo que eres hoy y ahora es lo que nutre y fortalece todo y lo que hace que seamos hermanas en las buenas, malas y peores.
Pero no entiendo, no encajas, no eres suficiente y quizá nunca lo sea. Es en este momento de crisis en donde me enfrento y me siento completamente insuficiente y vulnerable en todo aspecto.
Hoy me toca observar que estoy haciendo y como. Me toca analizar si verdaderamente todo es malo, absolutamente todo.
Quizá no pueda complacer a todos. Me toca enseñar esa parte y a mis cuatro, porque tengo cuatro hijos, a los varones a ser compañeros y en especial a mi par de gemelas que en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad serán hermanas y se amaran a pesar del cambio y del crecimiento y todos los días hasta que el señor las llame al descanso eterno y se encuentren en otra vida y en esa otra vida sabrán amarse y respetarse como lo han hecho en esta, porque no hay mejor humano que pueda acompañar en el duro camino de la vida que un hermano o una hermana porque con ellos y junto a ellos el camino se hace menos cansado, ligero, tolerante, desafiante y próspero. Junto a ellos todo es y será ameno su compañía será siempre un respiro ante el estrés y los desafíos.
Ojalá y todos tengan un hermano o una hermana con quien compartir la vida.
Me queda agradecer tener dos hermanas y les deseo que esa hermandad que tienen les sea eterna. Gracias por las veces que han compartido conmigo. Ojalá y su preciosa hermandad les dure por siempre.
Yo me quedo con lo bueno, apreciando la belleza de la relación y deseando para mi gente poder darles eso tan único que tienen.
Una pieza no siempre va a encajar en el rompecabezas y esa pieza buscará su lugar en el mundo pero ese mundo del que fue parte lo amará y respetará por el tiempo por los momentos que se vivieron y se disfrutaron.