¿Valiente o Rebelde?
Lo que un libro puede provocar en una persona con una mente revolucionada “Mission acomplished” pensarán. Y es que es cierto, llegar al corazón de alguien, moverlo y cuestionarlo es a lo que aspiro cuando escribo.
Estoy terminando de leer un gran libro, “Inés, valiente o rebelde” de Margarita Castillo. Este libro puso mi mundo de cabeza cuestionándome tantas cosas por las cuales no he podido dormir desde entonces.
Soy como Inés, valiente y rebelde desde el primer día que pisé este mundo en el que tuve que luchar por: sobrevivir sin mamá por un tiempo, adaptarme a las mamás que habían y dos lidiar since ever con tanta persona que me ha cuestionado mi forma de ser rebelde. Si, por supuesto que soy rebelde ante la autoridad, ante los estatutos sociales, ante los silencios y sobre todo ante las injusticias.
Calladita nunca me voy a ver más bonita porque mi voz, mis pensamiento y mi nivel de conciencia social y moral me mueven a no quedarme callada, ni tranquila en mi silla. Soy de esas que se inquietan cuando escuchan bullicios en una platica y se levanta como queriendo callar a la gente para que escuchen al ponente, soy de esas que defienden a cualquiera en la calle cuando una injusticia se presenta ante mis ojos, soy de esas que salen con veinte bolsas de basura en la playa para recoger todo lo que llega del gran mar, soy de esas que en los festivales o partidos recoge la basura que ve tirada a su alrededor, soy de esas que quieren un cambio social. Si, también soy de esas mal habladas mentando madres y diciendo verdades, verdades que duelen, verdades que asustan pero al final son eso verdades.
Soy rebelde, soy intensa cuando un tema sucumbe mi mente y eso es lo que ha hecho este libro, moverme inesperadamente al grado de cuestionarme sin parar lo siguiente:
¿Porque uno tiene que aceptar todo? ¿Porque no simplemente decir que no?, ¿porque uno puede soportar años de sometimiento para mantener una familia unida?, ¿porque una mujer tiene que soportar a un jefe déspota?, ¿porque una madre no puede tirarle los dientes al hijo que le habla con despotismo patriarcal?. ¿Porque uno tiene que satisfacer las necesidades de los hombres? ¿Porque siempre se tiene que servir al hombre? ¿Porqué no le enseñaron a ese hombre la igualdad de circunstancias? ¿Porque las madres de esos hombres les dieron todo a manos llenas y no los frenaron? ¿Porque no los enseñaron a respetar a las mujeres? ¿Porque desde las 5:50 de la mañana tengo que ser yo la que me ocupe de todo? ¿Porque no hay equipo en el equipo? ¿Porque le pertenezco a alguien y dejo de ser alguien?
¿Porque?¿Por el qué dirán de ti si llegarás a hacer o decir algo en todo aspecto?.¿por no tener nada si te sales de donde estas? ¿Por dejar de tener un refugio seguro? ¿Porque la zona de confort es más habitable que lanzarse a la libertad?
Basta, vivimos todo el tiempo bajo un sistema patriarcal abusivo, nos casamos con alguien o nos emparejamos ese alguien es nuestro dueño o jefe y dice lo que tenemos que hacer, o nos da ese dinero para que hagamos lo que tenemos que hacer limitado, controlado y manejado.
Nos llenan de mimos materiales pero no ayuda ni lavando un cuchillo, se queja cuando tiene que preparar un jugo porque paga para que haya todo en su casa y no falte ni una sola cosa.
¿Acaso no se han percatado esos hombres que estamos en el siglo 21? En el siglo en donde las labores son compartidas, en donde todos los miembros de la casa deben participar activamente. En donde tanto un niño como una niña pueden y deben de realizar las mismas labores para ser conscientes de lo mucho que se logra trabajando en equipo, pero desgraciadamente se escudan como proveedores y que como tal merecen absolutamente todo cuando llegan a su casa incluidas las actividades nocturnas para relajarse. Qué cansada se vuelve la vida cuando todo se repite una y otra vez.
¿Dónde quedó la rebeldía para decir lo que opinas? Alguno se burlará seguramente, sin embargo olas azotan mi cabeza y me repito, eres rebelde, lo soy, estoy en contra de todo esto y aún así tropiezo por humana, pero eso si, yo dueña de nadie soy, ni siquiera de mi padre y mi voz se escucha, mi inteligencia es reconocida por mi y por nadie más, el amor que siento por mi y por lo que soy me lo reconozco aunque me perturbe de vez en cuanto ver los kilos que subo como consecuencia de la ansiedad que a veces me consume.
He de reconocer que me falta valentía, cosa que de un momento a otro tengo, pero definitivamente soy más rebelde que valiente, es que es el significado de mi nombre, lejos estoy de serlo para tomar decisiones y mantenerme en el barco remando y con mis mujeres y mini hombrecitos fijándonos en dirección al éxito.
Me falta creer en lo gran escritora que soy, en la gran pensadora y filosofa que soy, en lo buena historiadora que con los años me he procurado ser.
Me falta creer en mi misma para poder ser más cosas que quiero ser.
Pero el miedo deambula muchas veces en esas mentes rebeldes y las somete a tal grado que uno se vuelve sumisa por un tiempo.
Sin embargo las olas te vuelcan y te encuentras, no siempre uno se hunde otras veces renace.