Estrellas hay en el cielo
Hace unos días me temblaba la pierna mientras esperaba en las gradas. Pensaba: “ es que si lo vieran jugar lo quitarían de la portería”. Me paraba y sentaba en señal de impaciencia a la cual trataba de aplacar pero me fue imposible.
Cuando uno es mamá, siente como si su hijo lo mereciera todo, creemos que lo conocemos mejor que Dios. De hecho creemos que no solo conocemos mejor sus habilidades que otros, sino que queremos que esas habilidades se vean reflejadas al momento en el que el niño este en alguna actividad donde pueda y sea el foco de atención.
Aquel día me bajé de las gradas y me dirigí al campo, caminé hasta llegar a él y le pedí que saliera a jugar. Orgullosa ví como mi chiquito pateó el balón hasta llegar a gol. Festejé con unos aplausos no tan ruidosos pero eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja. Por supuesto el niño también estaba feliz, pero creo que en ese momento me sentí mas orgullosa de ello pues por fin pudo ver el entrenador de lo que es capaz el chiquito en cancha.
Ya que logro que el peque salga de la portería y entre al juego camino a mi lugar, satisfecha. En eso me topó con un padre el cuál me dice : “buen gol” y le contesto gracias, es zurdo tiene talento. (de nuevo presumiendo al chiquito) A lo que me contesta: igual mi hijo, lo conoces? Me quedo dudando y contesto no, y me dice:
-¡Como no conoces a mi hijo, él es la estrella de este colegio!
- Una disculpa, contesto, no lo conozco.
Esa respuesta me dejó perpleja. Le seguí unos minutos de plática y el partido terminó así que me dirigí hacia mi hijo. “Gran gol” le dije, y él pequeño orgulloso me dijo: “si mamá metí un gol”
Me subí al coche y no dejé de pensar en aquella frase sobre “la estrella” y en toda la impaciencia que tuve dentro de la hora del entrenamiento.
“Diablos pensé para mi”. Reflexioné todo el camino a casa, psicoanalizando cada comento. Entonces ¡PUM! Todo se aclaró dejándome una gran lección:
Las estrellas están en el cielo, ellas desde ahí nos muestran su brillo que a la luz de nuestros ojos es magno y a su vez ese brillo ilumina nuestro cielo cada noche.
Cada niño, es un niño, no una estrella. Cada niño irá buscando su camino con nuestra ayuda. Nuestra misión como padres no es estar dentro del campo dando indicaciones si no estar con ellos ahí, al pie del cañón dándoles las herramientas para que puedan ellos crecer como seres humanos.
No, no son estrellas, son niños, son niños y niñas que van creciendo y van adquiriendo capacidades según sus gustos y preferencias. No necesitan de nosotros en el campo, en la pista, en los juegos, en la alberca de hecho en ni un lado.
Pero lo que sí necesitan es que estemos para ellos, para ayudarlos a levantarse quizá cuando caigan. Para inspirarlos cuando se sientan derrotados. Para darles la mano y decir tu puedes con esto y más. Para cuando el miedo se apodere de ellos les digas, el miedo es solo un obstáculo que esta en tu cabeza y puedes más que el.
Los niños no son estrellas, son niños. Son seres humanos que necesitan crecer con valores, con amor, con ideas de equidad y empatía en todo nivel social. No crezcas con superioridad a un niño, solo vas a alimentar a un ego que a la larga se vuelve impaciente incapaz de autoregularse por los niveles de superioridad tan abrigados al considerarse celestial.
Dejemos los astros y lo celestial en el espacio, lo humano es lo que importa. Dejemos que los niños vayan aprendiendo en su propio terreno. Cuando se caigan aprendan a levantarse. Cuando tomen una decisión sepan que hay consecuencias pero que también hay posibilidades de arreglar lo que sea que estén viviendo con el dialogo pues tienen que aprender a hablar para ser escuchados.
Los niños no son estrellas, son niños y hay que dejar que ellos vayan haciendo su propio camino de la mano de un adulto que lo crezca en y con valores. Quedemonos fuera de la cancha y dejemos que ellos vayan conociendo y haciendo su camino siempre al pendiente de absolutamente todo lo que los rodea pero cuando de su desenvolvimiento se trate dejemos que ellos solitos lo pidan, lo solucionen y lo digan.
“BE KIND”